Carter Dickson Ordine dei libri

When Bennett's uncle, the cantankerous amateur sleuth Sir Henry Merrivale arrives from London to make sense of this impossible crime, the reader is treated to a feast of the author's trademark twists, beguiling false answers and one of the most ingenious solutions in the history of the mystery genre.

«¿Cree usted –había dicho sin preámbulo–, que una habitación puede matar?». Esta pregunta, viniendo de sir George Anstruther, hombre consagrado a la ciencia y director del Museo Británico, le parece al doctor Tairlaine el preludio de un razonamiento filosófico. Pero luego, ya metido en la aventura, sabe de la existencia de un testamento que prohíbe abrir una estancia, cerrada desde la muerte de un antepasado, a riesgo de perder la herencia.

«¿Quién de los componentes de nuestro grupo envió a Marcia Tait una caja de bombones envenenados?». A sir Henry Merrivale, antiguo jefe del servicio de contraespionaje británico, le visita su sobrino James Bennett –a quien fascina el talante atrabiliario del viejo que, además, es un genio de la investigación criminal– para ponerle al tanto de dos asuntos: su encuentro con la actriz Marcia Tait, bien conocida por el espía, y la tentativa de asesinato que contempló por casualidad.

Voodoo Drums! Dennis's dreams vibrated with their message of death... Suddenly a hand touched his heaving body. He was shocked awake. Beryl West was standing over him. "Bruce has disappeared," she sobbed. Dennis stared at the girl. Her cry echoed in the eerie light of the half-darkened room. An unknown author had written a play about a murderer and sent it to actor Bruce Ransom. Bruce like it, but his friends Beryl West and Dennis Foster thought the ending unreal. To prove that they were wrong, Bruce proceeded to impersonate the killer in real life. Suddenly his part got out of hand. He had rung up the curtain on a scene called Murder!