Cristina es la figura central de SE ENCIENDE Y SE APAGA UNA LUZ. Figura interesante, diestramente trazada, a la que el lector conoce desde su niñez en el cerrado ambiente de "El Monte", especie de isla verde a pocos kilómetros de la ciudad. Las personas que la rodean, ajenas a lo que ocurre en el mundo, viven alimentándose de mitos. La novela tiene tres tiempos, pero los personajes apenas cambian, permanecen fieles a sí mismos, intentando vivir de pequeños fulgores, aferrandose con furia a las débiles ramas de un pasado mejor, para no abísmarse. De todos ellos, Cristina es la única que, a través de su amistad con Alicia -que vive en la ciudad y cuya muerte trastorna por completo a su compañera-, intenta liberarse de aquella fauna decadente. Entonces comete su gran error. Yerra cuando busca una luz, una luz que se enciende definitivamente en su vida para mostrarle el mundo tal como es. Novela de acción trepidante, rica en matices y cuyo estilo, rápido, vivaz, se ajusta perfectamente al fondo narrativo, SE ENCIENDE Y SE APAGA UNA LUZ es la obra últimamente galardonada con el disputado "Premio Planeta".
Ángel Vázquez Libri


Die einzige Stimme dieses außergewöhnlichen Romans gehört Juanita Narboni, einer Andalusierin mit englischem Pass, geboren in Gibraltar. Sie beschreibt den fortschreitenden Niedergang ihres Lebens, der auch den von Tanger widerspiegelt. Juanita ist eine Figur, die sowohl lächerlich als auch berührend ist, mit gelegentlicher Scharfsichtigkeit und voller Widersprüche – haßerfüllt und gleichzeitig voller Liebeserwartungen, fehlerhaft und ohne Schuldgefühl. Vázquez organisiert in diesem Monolog eine Erzählzeit, die vom 6. Juni 1914 bis in die frühen 60er Jahre reicht, und bietet ein halbes Jahrhundert in alltäglichen Momentaufnahmen. Juanitas lächerlich-trauriges Leben verkörpert das Schicksal einer zu Ende gehenden Kolonialgesellschaft. Ihre Stimme und Persönlichkeit sind stets präsent, ob sie scharfsichtig oder konfus über ihre Kindheit, ihr einsames Alter, Hollywood-Filme oder argentinische Tangos spricht. Diese Vitalität hat die Übersetzerin Gundi Feyrer eindrucksvoll ins Deutsche übertragen. Juanitas Sprache ist die eigentliche Protagonistin des Romans – ein getreuer Spiegel ihrer kaleidoskopischen Realität, originell und durchsetzt mit den vielen Sprachen der Bewohner Tangers, insbesondere dem Yaquetía, dem Spanisch der sephardischen Juden Marokkos, denen Vázquez ein Denkmal setzt.